martes, 9 de enero de 2018

Te extraño un poco más

Quizás hay mejores manera de pasar las noches que sentado en un anden con un cigarrillo pensándote, escribiéndote mensajes de buenas noches sin respuesta, quizás hay mejores formas de matarse que con humo y con ideas tontas, ilusionarse con los ausentes siempre es una mala forma de matar una parte de uno, y en este momento no sé si estamos más juntos o más distantes.

Quizás hay mejores maneras de volver melancolía las horas, quizás estoy siendo sentimental y todo es cosa de una noche en la que no estás, pero van dos noches en que no recibo un -buenas noches- y quizás es caprichoso o infantil pero me gusta sentirte un poco más cerca en las noches cuando estás lejos.

Quizás es la maña mezcla de la noche, la soledad, el pensamiento, el humo y la ausencia lo que me hace sentir extraño al no leer unas palabras de tu parte, quizás debería dejar esto en mi mente y que no lo leas jamás. Buenas noches, te extraño un poco más.  

Sigue entero

Nos miramos el espejo y yo, lo beso, me besa, me arranca los pétalos y le rompo el alma, bailamos juntos y me abandona cuando no le miro, pero regresa cuando yo vuelvo, y me siento herido, por fracciones de segundo me siento amado, y el me rompe en pedazos, en fragmentos y me vuelvo loco, giro, giro, giro, lo pierdo, y el no hace nada por encontrarme, y yo regreso hecho pedazos, quebrado, y me miro al espejo y ahí estoy. Me mira, lo beso, es frío, y sin darse cuenta ya me ha roto, mientras el sigue entero.

miércoles, 23 de abril de 2014

Mientras te duchas.

-Sintiendo el roce de nuestras pieles y el vaivén de mis labios saltando en tu espalda hasta donde comienza la sombra. 


¿Te imaginas? el bajar de mi aliento desde tu oreja por todo tu cuello, agarrando tu cintura y pegando mi pecho a tu espalda, el caminar de mis dedos lento y tenue por el contorno de tu piel, por esas delgas líneas que al rozar te cortan el aliento, esas que quedan cerca de tu abdomen bajo y guían mágicamente a un suspiro escapado por tus labios en forma de gemido. 


¿Como te has puesto? Acalorado por mi pensamiento, erizado por una leve brisa que toco tu cuerpo e imaginaste una vez más mis manos subiendo por tus muslos hasta llegar a la entre pierna donde descubriré tu sexo, te has puesto sensible de piel pasando tus manos por las partes que describo imaginando mis manos tocándote suavemente por cada rincón de tu piel-.

domingo, 6 de abril de 2014

Entre las mañanas y las medias tardes.

-Entre las mañanas y las medias tardes- me dijo al amanecer, que me amaría entre las mañanas y las medias tardes, pero me recordó que por las noches moriría al esperar que llegase la madrugada para verle llegar -¿Porque no te quedas esta noche hasta al amanecer?- le preguntaba yo a diario, con la esperanza que por una vez volteara a ver hacia atrás al irse y se quedará -Por que así no funciona esto, porque en las noches no me funciona el amor- me respondió más de una vez -por que mis noches son de penas y vacíos llenos de alcohol, por que mis noches no me aman- alguna vez complemento, mientras me dejaba en la cama a medio morir, en la media tarde como siempre al irse a buscar una noche que lo llenará.

Una noche decidió mirar hacía atrás, se devolvió a buscarme y al llegar a la cama donde me había dejado muriendo me encontró muerto en labios ajenos.

Vaga las noches, las madrugadas y las medias tardes ahora buscando unos labios que lo maten de nuevo.

sábado, 15 de marzo de 2014

Melancólico.

No sé, hoy me siento algo, melancólico, extraño tus besos y tus abrazos, extraño la brisa en medio de nuestros cuerpo y ese espacio cerrado entre nuestra piel, extraño el roce de tus manos, el pasar de tus dedos por mi contorno, y ver como dibujas esa hermosa sonrisa en los espacios en blanco.

No sé, pero me siento algo decaído, me da fuerza saber que podré volver a verte, me pone triste que quisiera verte en este momento, y es que extraño tus miradas y tus silencios, extraño los suspiros que doy cuando te tengo cerca y las torpezas que cometo porque me alteras.

Debo agregar que me hace falta ese temblar en el labio cuando estoy cerca de besarte y trato de aguantarme un poco para no ceder del todo a las ganas de morderte un labio, y me da pena admitirlo pero me he pasado días enteros asomándome a lo lejos a ver si de pronto te veo.

No sé, pero siento un vació adentro, y en los ojos, y es que les hace falta el ver tu cabello haciendo juego con tus brazos que ansió en este día me rodeen.

No sé, me siento melancólico, y es que te sigo y seguiré extrañando.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Tan muerta, tan perdida.

¿Cuantas veces me has matado?
En silencios, sin abrazos.
¿Cuantas veces dejaste mi cuerpo muerto?
En el piso, ahogado, con las venas secas y los huesos rotos.

Sin puñal, sin palabra, sin bala alguna,
sin asfixia, sin agonía, sin llanto, 
con tu rostro seco y los sentimientos muertos,
Con una rosa, 
manchada de sangre y una que otra cosa.

Se siente frío y vació
el reflejo del niño en el espejo,
la muerte de la sonrisa mejor fingida, 
derramada por el piso,
y el alma se la encontraron rígida
y los fragmentos muy pequeños para cocerlos.

Y a su lado me encuentro,
ambos muertos por el silencio,
y a mi lado lo veo y sigue muerto,
estamos lado a lado sonriendo,
con la sonrisa tan muerta,
con la mirada tan perdida, 
con los fragmentos clavados, 
con el asesino al lado también muriendo.

domingo, 25 de agosto de 2013

Amor. Dolor. Amor.

Es diferente esto, es contrario a otras cosas, un lado de acuerdo, el otro se muere en sombras de lo que desea, complaciendo por complacer por amar, esclavo de lo que siente bajo las cuchillas de papel.

A sangre escribe sus textos, sacando un poco de todo en las noches sin luna y se abriga de nuevo en las sombras, cuando ésta sonríe o esté llena, y teme que le dejen porque quién ama va detrás de la luna y él detrás de las sombras.

Pero no, no está dispuesto a perder, se encierra de nuevo en algún lugar no muy lejano, donde él le pueda ver en caso que necesite una vez más que salga y rompa las cuchillas de papel y haga con ellas y su sangre la guillotina de versos; Que destruya todo de nuevo antes de volver a la sombra, escondido de los amaneceres, escondido de las lunas llenas, saliendo solo en esas noches sin luna, atado al amor, atado al fracaso... 

Se aman, se lastiman, se odian... No se dejan de amar. 

viernes, 2 de agosto de 2013

Bajo el árbol

No solía apreciar los cuervos en mi ventana, en el árbol, sobre las ramas, no solía apreciar la esquina oscura ni el baúl cerrado en esa esquina, no solía apreciar al niño que estaba debajo del árbol, bajo la tierra, en una cajita de madera, no solía apreciar una día lluvioso o una tormenta, así era hasta aquel día lluvioso en el que de las ramas del árbol bajaron los cuervos y entraron por mi ventana a sacarme los ojos y caí en el baúl que aun no entiendo porque ese día estaba abierto y se cerro sobre mi, y me sentí como el niño que estaba bajo la tierra, bajo el árbol afuera de mi ventana en el cual se hacían los cuervos.


Después empecé a escuchar unos golpes en la parte de arriba del baúl, eran fuertes, como si algo me cayera encima, como si grandes montones de tierra me cayeran encima y la tapa no se abría y nadie respondía mis gritos desesperados algo ahogados ya por la falta de aíre, empuje con todas mi fuerzas, patee, grite e incluso lloré sintiendo el desespero en cada una de mis extremidades hasta que me desmaye, al tiempo abrí los ojos y estaba bajo el mismo árbol, corrí rápido hasta la casa y recorrí cada pasillo hasta el cuarto donde yacía el baúl, aquel cuarto donde estaba la ventana que daba hacía el árbol desde la cual se podían apreciar los cuervos, al llegar a aquel cuarto me di cuenta que estaba vacío, y entonces en mi mente hice de nuevo el recorrido que acababa de hacer por los pasillos de la casa y me di cuenta que toda la casa estaba vacía, desde la entrada, la sala, los pasillos, no había ni un solo cuadro en aquella casa... Me asome por la ventana y me di cuenta que había alguien en el árbol, sentí un desespero igual que cuando me encontraba en el baúl tratando de salir, baje rápido las escaleras y por poco caí, salí al árbol y un niño estaba ahí sentado, tan tranquilo, entonces respire profundo y le pregunte quien era, y con suave voz me respondió.


-Él niño que yacía en una caja de madera bajo este árbol y a quien ahora tú harás compañía-. 

domingo, 14 de julio de 2013

¿Que pasa?

Desnudaste cada milímetro de mi espalda con las yemas de tus dedos mientras yo moría por dentro, me preguntaste -¿Qué pasa?- y yo no dije nada, mirando la luna por la ventana mientras mi alma se escapaba, y tú con tu voz asesinabas mi cuerpo.

Destruiste las mil frases y los mil poemas, destruiste mil sueños, mil versos, y yo en ese momento te pregunte -¿Qué nos pasa?- y tú solo volteaste a ver la misma luna por la ventana, mientras mi mirada se cegaba por tus te amos, mientras repetía a todos lo que eramos.

En ese momento nos preguntamos -¿Qué pasa?- y ambos nos quedamos callados y permitimos que la luna cayera y nos destrozara la madrugada. 

jueves, 11 de julio de 2013

Fue.

Fue como el viento más tenue que he sentido rozar mis mejillas al momento en que sonreía... y tenía algo en su rostro que me sonrojaba al mirar, como mirarle a los ojos y ese silencio que no es incomodo, es placentero porque en esos momentos nuestras miradas gritaban mientras mi mente se perdía y mi alma volaba...

Como si el vodka hiciera efecto en mi sangre, pero aun no he tomado la primera copa y me pregunto -¿Que pasa?- 

Como si su figura se dibujara en el humo de mi cigarrillo y por un momento... por un momento ese humo me besara y de repente se dispersara dejándome solo con el sabor a humo en los labios.

Fue como si hubiese hecho mucho estruendo cuando estuvo y ahora se marchara callado.